Mediante un tratamiento por inmersión en una solución de hidróxido sódico (sosa cáustica), o bien en una solución compuesta por determinados ácidos, conseguimos un ataque superficial de la pieza de aluminio, que permite la eliminación de impurezas, manchas y contaminantes de la propia superficie.
¿Se puede eliminar el anodizado de una pieza de aluminio?
En general, el decapado se suele utilizar como pre-tratamiento de limpieza de la superficie del aluminio anterior al proceso de anodizado. Ahora bien, este mismo ataque superficial sirve para eliminar la capa anódica de una pieza de aluminio. De hecho, se debe eliminar el anodizado existente siempre antes de volver a procesar un nuevo tratamiento de anodizado. Existe la posibilidad tanto de desanodizar un tratamiento natural como uno coloreado.
¿El desanodizado modifica la superficie del aluminio base?
Teniendo en cuenta que para conseguir un desanodizado uniforme se debe eliminar la totalidad de la capa anódica, el aluminio base recibirá también parte del ataque, por lo que puede variar la medida de la pieza, llegando a superar en muchos casos la tolerancia máxima inicial. Además, el resultado final rugoso de la superficie del aluminio una vez desanodizado, desaconseja utilizar este proceso para acabados finales en brillo, ya que será necesario un tratamiento mecánico de pulido posterior para garantizar una superficie plana y, por tanto, un acabado brillante.
¿Influye el espesor de la capa anódica existente en el desanodizado?
Cuanto mayor sea el espesor de la capa anódica a eliminar, mayor deberá ser el ataque de desanodizado, por lo que mayor peligro correremos de superar la tolerancia de medidas inicial de la pieza. Asimismo el resultado final será más rugoso tanto mayor sea la capa anódica a eliminar.