Con el fin de conseguir la protección del aluminio metal frente a la oxidación ambiental, el proceso de Anodizado de Aluminio crea una capa anódica, que no es más que una capa de óxido de aluminio (Al2O3) que aísla el aluminio base del ambiente exterior y cuyo espesor se mide en micras (µm).

Esto se consigue sometiendo el material de aluminio que se quiere proteger a una oxidación anódica mediante un proceso electrolítico en el que el aluminio actúa de ánodo en un electrolito de tipo ácido. En este proceso, los iones cargados negativamente se dirigen hacia el ánodo, que presenta la oxidación de Al a Al3+, reaccionando con el oxígeno que forma parte de estos aniones.

El resultado de la reacción determina el espesor de la capa anódica y depende, principalmente, de la naturaleza del electrolito, de la corriente eléctrica aplicada, de la temperatura del baño y de la duración del tratamiento.

¿Qué aspectos influyen en la decisión de crear una capa anódica con mayor o menor espesor?

Principalmente dependerá del entorno ambiental donde vaya situada la pieza el aluminio una vez acabada.

Como ejemplo:
En ambientes interiores y suaves será suficiente con crear una capa de entre  5 y 7 micras de espesor.
En ambientes exteriores y duros deberemos crear la capa, como mínimo, de 15 micras de espesor.
En ambientes marinos y extremos será recomendable que la capa anódica cuente con unas 20 micras de espesor

¿Qué ventajas o inconvenientes hemos de tener en cuenta en la decisión de crear una capa anódica con mayor o menor espesor?

Un espesor de capa anódica menor no determina por sí mismo un peor proceso de anodizado.

Como ejemplo:
– A mayor capa anódica, mayor protección a la corrosión y a la fricción.
– Una mayor capa anódica supone un mayor aislamiento eléctrico.
– Por el contrario, una capa anódica con menor espesor permite mostrar mejor el aspecto del aluminio base, por lo que permitirá un acabado más brillante si éste es el caso.
– La capa anódica tiene una mayor rigidez cuánto mayor sea su espesor, por lo que capas de menor espesor permitirán más fácilmente una transformación posterior de la pieza, como por ejemplo, el curvado.