En el proceso industrial definido como anodizado de aluminio se incluyen un conjunto de tratamientos superficiales previos al proceso de oxidación anódica, cuya finalidad es la de conferir un aspecto determinado a la superficie del metal, y otros posteriores, destinados a actuar sobre la capa obtenida para conseguir un aspecto y unas características óptimas de la propia capa.

Estas partes individuales que conforman el proceso global  se pueden clasificar como pretratamientos mecánicos y pretratamientos químicos, y se localizan  en zonas separadas entre sí, si se encuentran en la misma planta de producción.

Pretratamientos mecánicos

Inciden directamente sobre la superficie metálica mediante procedimientos físicos,  con el fin de mejorar su aspecto (eliminando o disimulando defectos previos), o bien, de conferirle un aspecto determinado.

Los tratamientos mecánicos más habituales son los siguientes:

Chorreado, granallado o arenado

Consiste en el bombardeo de la superficie metálica con partículas sólidas que le confieren una rugosidad determinada. La rugosidad que se obtiene depende de factores como tamaño de partícula , morfología de partícula, composición de partícula, velocidad de impacto, tiempo de impacto, …

Vibrado

El desplazamiento de las piezas metálicas mediante un movimiento vibrante dentro de un  bombo lleno de partículas abrasivas, da lugar a una superficie lisa y sin rebabas de mecanizado, cuyo aspecto depende del tamaño, composición y morfología de las partículas, del lubricante utilizado y del tiempo de exposición.

Desbastado

Tiene la  función de eliminar grandes defectos físicos de la superficie metálica mediante la fricción a elevada velocidad de cintas de SiC o esmeril.  Tiene como consecuencia que la superficie final presenta rayas profundas en la dirección de aplicación.

Lijado

Elimina de la superficie defectos menores o rayas obtenidas por un  desbastado previo. Se realiza aplicando sobre la superficie cintas de SiC de grano fino a elevada velocidad. El resultado es un acabado rayado fino uniforme en la dirección de aplicación.

Gratado

Elimina o disimula defectos menores presentes en la superficie metálica mediante la aplicación de discos con púas de acero a poca presión o cintas de Scotch.

El acabado final es de múltiples rayas muy finas de orientación caótica en la dirección de aplicación.

Pulido

Elimina o disimula defectos menores o rayas de afinado previo, mediante la aplicación de discos de algodón de diferentes durezas girando a gran velocidad. El resultado es una superficie lisa y de aspecto brillante.

anodizando aluminio

Pretratamientos  químicos

Inciden sobre la superficie metálica  mediante procesos químicos con el fin de obtener un resultado concreto, y se realizan todos por inmersión en productos líquidos. Generalmente, se encuentran todos en la misma línea de proceso, y se pueden considerar opcionales, si son procesos de aspecto, u obligatorios, si son necesarios para una correcta calidad final de la capa.

Los tratamientos químicos que se pueden encontrar en una línea de anodizado son los siguientes:

Desengrase

Es la primera etapa del proceso y es indispensable para la obtención de una superficie limpia y bien preparada para etapas posteriores. Esta limpieza se realiza mediante agentes detergentes y emulsionantes de carácter ácido o alcalino.

Abrillantado

El objetivo de este proceso es la obtención de una superficie especular, mediante un ataque químico o electrolítico que suaviza la rugosidad superficial desde un punto de vista microscópico.  Esto se consigue mediante dos posibles procesos:

 

Pulido o abrillantado químico: mediante un ataque de una mezcla de ácidos fosfórico, sulfúrico y nítrico concentrados a 100 ºC de temperatura se obtiene una superficie brillante.

 

Pulido o abrillantado electrolítico:  al efecto químico de una mezcla de ácidos fosfórico y sulfúrico se le suma el efecto de la aplicación de corriente continua  anódica sobre la superficie.

Matizado

En este proceso se busca obtener una superficie mate con un acabado fino, mediante la formación de una rugosidad superficial controlada. Esto se consigue en soluciones de hidróxido sódico con aditivos estabilizantes del aluminio que se disuelve en ellas.

Oxidación Anódica – Anodizado

Ampliamente explicado en el capítulo anterior, en nuestro caso el proceso está basado en el electrolito formado por ácido sulfúrico. Se obtiene una capa de un espesor y características que dependen de la concentración de ácido y aluminio disuelto del electrolito, voltaje aplicado, temperatura del electrolito y tiempo de exposición.

Coloración

La porosidad de la película permite incorporar en sus poros diversos tipos de colorantes o productos de reacción que le confieren color. En función del tipo de producto que se incorpora en el poro, el coloreado se clasifica en tres grandes grupos:

 

Coloración con pigmentos inorgánicos:  en la que se precipita o adsorbe una sal coloreada inorgánica o compleja. Se precisan temperaturas superiores a 50ºC

 

Coloración con colorantes orgánicos: en que se produce la absorción de colorantes orgánicos, complejos de metales normalmente. Existen gran variedad de colorantes patentados.

 

Coloración electrolítica: mediante reducción por electrolisis se produce la  deposición en el fondo del poro de sustancias coloreadas inorgánicas.

Sellado

El proceso de sellado de la película anódica es un proceso tan importante como el propio anodizado. Consiste en cerrar los poros de la película, asegurando, en consecuencia, una excelente resistencia a la corrosión del material base. El proceso de sellado puede realizarse a través de dos mecanismos:

 

– Por hidratación de la película: consiste en hidratar la película de Al O  a la forma Al O . 3H O, provocando un aumento de volumen que cierra los poros. Esta hidratación se consigue sumergiendo la pieza anodizada en un baño de agua destilada a temperatura próxima a ebullición durante un tiempo de 3-4 minutos por micra de espesor de la capa. También se puede realizar este sellado en un autoclave en el que se mantiene vapor de agua a presión durante aproximadamente una hora.

 

– Por impregnación: también llamado sellado en frío. Consiste en la compactación de los poros de la película anódica por conversión química de las paredes de los poros con la formación de un precipitado inerte. La temperatura es de 29 – 32 ºC y el tiempo de inmersión de 1 minuto por micra de espesor.

Los componentes básicos de los baños de sellado en frío son iones níquel y fluoruro, obteniéndose un precipitado en el interior de los poros formado por  Ni(OH) , Al(OH)  y Al(OH) F .

Este tipo de sellado precisa de un envejecimiento a temperatura ambiente de 24 a 48 horas, o bien, en una cuba de solución de sulfato de níquel a 60 ºC durante 10 min, o en un acuba de agua destilada a 85 ºC durante 5 minutos.

Con la adecuada aplicación de estos procesos, apoyada con controles contínuos y periódicos de todas sus variables, y  la verificación final de la calidad de la capa de anodizado y del aspecto de la pieza, se obtiene como resultado un producto de elevadas prestaciones técnicas y decorativas con un magnífico futuro en todas las posibles aplicaciones del aluminio.